Los alimentos convencionales son sembrados, producidos y cosechados por prácticas que muchas veces no tiene en cuenta el valor nutricional de los mismos como su seguridad alimentaria.
El uso y aplicación de fertilizantes y agroquímicos en general contaminan de alguna manera la tierra y el entorno donde se producen los alimentos. Los cultivos orgánicos son producidos sin agroquímicos y fertilizantes químicos, se opta por la utilización de fertilizantes e insecticidas y funguicidas naturales.
En la producción de alimentos orgánicos se prefieren fertilizantes naturales en lugar de los químicos. En los cultivos orgánicos las malezas son generalmente recogidas a mano.
Los métodos naturales de producción cuentan con el uso de insectos que eliminan a las especies de insectos destructivos. Los animales bajo producción orgánica son alimentados con una dieta equilibrada, ecológica y con acceso al exterior. En cambio, la producción de animales en modo convencionales se les suministra antibióticos, hormonas de crecimiento, y se los confina.